Martín Pimentel, director del Grupo Pimentel. (Fotos: Andres Paredes)
Martín Pimentel, director del Grupo Pimentel

El grupo ‘Pimentel’ cumple 50 años en el mercado, dedicándose a la venta de llantas. Su fundador, don Alfredo, oriundo de Cora Cora, Ayacucho, llegó a Lima cuando tenía 16 años, fue ayudante en una distribuidora y debido a su habilidad en las ventas, se convirtió en administrador. Junto a su esposa Blanca Valdivia iniciaron un negocio que hoy lo mantienen exitosamente sus cinco hijos. Martín Pimentel, director de la empresa, nos cuenta detalles de esta gran historia.

¿Qué es el éxito para usted?
Hacer lo que te gusta, pero hacerlo bien. No es lo que logres económicamente, es un caminar para encontrarse contigo mismo.

Su padre junto a su madre trabajaron muy duro y sacrificaron muchas cosas, ¿cree que el dinero es la felicidad?
No, el dinero da comodidad, pero no felicidad. He visto gente infeliz con mucho dinero. La medida de éxito tampoco es el dinero, lo que queda al final son los valores.

¿Existe la suerte?
Sí, algunos lo llaman Dios, pero sobre todo existe para mí las consecuencias, cuando uno actúa bien, la suerte te sonríe. Uno trabaja su propia suerte al final.

¿Qué es lo más importante para liderar una empresa?
El grado de conexión que tengas con tus trabajadores, ellos te hacen la diferencia. Lo ideal es que las personas sean mejores que uno, cada quien en lo suyo.

¿Tiene algún consejo que le daría a un provinciano que llega a la capital?
Mi padre es uno de ellos, él trabajó muy duro, sin embargo siempre tuvo una visión que al comienzo fue sencillo: salir adelante, pero no desmayó, porque yo lo he visto caerse muchas veces, siempre se levantó. Más que talento se requiere perseverancia, más que el saber hacer o tener un don, el esfuerzo te lleva a lograr lo que uno desea.

¿Cuál fue el momento más crítico que pasaron en el negocio?
Fue cuando comenzamos a dar crédito sin experiencia, solo sabíamos del lado comercial, dimos demasiados créditos en provincia sin control, perdimos mucho dinero, fue muy duro.

Su padre llegó a Lima a los 16 años, ¿cómo sobrevivió en la capital?
Él trabajaba de día y estudiaba en el colegio en la nocturna en ‘Alfonso Ugarte’, hacía trabajos menores, hasta que encontró a un distribuidor donde comienza ayudando, tenía su don para vender, se hacía amigo de los clientes y se convirtió en administrador, después conoce a la hija de la distribuidora y se casa, y luego de 10 años se independizan como ‘Pimentel’.

¿Este negocio les permitió cubrir las necesidades de la familia?
Al comienzo no era sencillo, él trabajaba de día y era taxista durante la noche, eran sus ganas de salir adelante.

¿Cuántos locales tienen?
12 locales en Lima y provincia (Piura, Chiclayo, Trujillo, Ica y Arequipa).

En tiempos ‘fríos’ de la economía, ¿qué es lo que se debe de hacer?
Controlar el gasto, una característica de mi padre, era muy racional en este tema, él todo lo hacía con una visión de negocio, si se compraba un carro pensaba en cómo lo iba a vender.

¿Qué es el cliente para ustedes?
Es como un invitado, que se sienta bien como si estuviera en su casa.

Con todas las tiendas que tienen, ¿a qué aspiran ahora?
Continuar el legado, de trabajo, de esfuerzo, de la ayuda que hace mi padre a su pueblo de Cora Cora, ese tipo de cosas que te diferencian, esto de emprender algo y de avanzar hasta un trayecto no solo como empresario, sino en todos los aspectos.

Si una persona empieza un negocio y tiene pérdida, ¿qué debería de hacer?
Analizar bien por dónde está perdiendo y en qué, cuando uno comienza cree que todo es un solo bolsillo y eso es un error, debe designarse un sueldo y lo demás es el negocio.

Una estadística revela que muchos emprendedores fracasan al inicio, ¿a qué cree que se deba?
A veces uno deja de prepararse, mi padre no estudió en la universidad, pero yo lo veía que se hacía de amistades, escuchaba a las personas porque quería aprender. Uno tiene que seguir estudiando, la competencia es muy grande. Hay que ser autocrítico para buscar la perfección.

¿Con qué visión vino su padre a Lima?
Para dejar Cora Cora debía salir a caballo, su visión fue buscar algo mejor, mi abuelo era comerciante de ganado y tenía una pequeña fábrica de gaseosas y mi padre tenía habilidad para vender.

¿Cuántas personas trabajan con ustedes?
Más de 300 colaboradores.

Dice que una empresa debe tener valores, ¿cuáles son los de ustedes?
Las personas que trabajan contigo buscan honestidad, honradez, orden y laboriosidad, esos valores son los principales.

TIPS
1.- Estudiar tu negocio, tu trabajo.
2.- Controlar tus gastos, ser austero y racional en todo lo que vas a invertir, que todo lo que gastes sea una inversión y retorne.
3.- Ver las personas que trabajen contigo. Más importante que el conocimiento son los valores.

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